Descripción
La finalidad de todo proceso judicial es que se resuelva el meollo de la controversia.
Para ello es necesario que se cumpla a cabalidad con los denominados presupuestos procesales materiales y formales. Este es un tema central a la hora de exigir y de
brindar tutela jurisdiccional efectiva, pues de lo contrario el proceso no cumplirá su
finalidad, y en consecuencia se habrá realizado una actividad procesal inútil y sin
beneficio alguno para las partes y para el propio Estado, tal como suele ocurrir en
recurrentes casos judiciales.
El autor, en su condición de juez y profesor universitario, señala cuáles son los presupuestos procesales materiales y de forma que deben observarse para trabajar
procesos que permitan resolver el tema de fondo, identifica las principales etapas
del proceso civil en las que el juez debe controlar el cumplimiento de los presupuestos procesales y determina cuáles son las herramientas que tienen las partes,
los litisconsortes y los terceros, para controlar dichos presupuestos.
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