Descripción
Los delitos de secuestro y extorsión han merecido un tratamiento
político-criminal muy llevado a la sobrecriminalización, que se expresa
desde un portentoso listado de circunstancias de agravación, hasta
fórmulas agravadas que posibilitan la aplicación de la cadena perpetua.
Las reformas legales a este respecto nunca cesan ante un legislador
muy proclive a atender las demandas de mayores dosis de punición.
Prueba de ello es la reciente delegación de facultades al Ejecutivo para
legislar en materia de seguridad ciudadana, que justamente ha
derivado en la incorporación de una nueva agravante del delito de
extorsión, a través del D. Leg. N.º 1611.
A ellos se suma el delito de secuestro, que si bien tutela la libertad
personal, tiene también una cuota de incidencia delictiva en este estado
de inseguridad ciudadana. Entre este delito y el secuestro extorsivo,
existe una línea muy delgada.
Así las cosas, ante la excesiva normativización del legislador y el
incremento de casos en el sistema de justicia, se hace indispensable
contar con lineamientos interpretativos que permitan al operador
jurídico dilucidar las diversas problemáticas que pueden suscitarse en
la aplicación de estos tipos penales. Es por tales razones que Instituto
Pacífico ha convocado en la presente obra a los mejores especialistas
de la materia, quienes marcan el derrotero interpretativo actual.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.